Albherto's Blog
Argonauta, en busca del Vellocino de Oro. Una navegación diaria por la blogosfera… ¡ y hasta aquí puedo escribir !

06. El Centauro Quirón

La educación de Aquiles, por Delacroix (fresco de Palacio Borbón de París)

En la mitología griega Quirón o Queirón (en griego antiguo Χείρων Kheírôn, ‘el inferior’ de los hijos de Crono) es un centauro inteligente, sabio y de buen carácter, a diferencia de la mayoría de los de su clase. Era hijo de Crono y de Filira, una hija de Océano, y padre de Ocírroe con la ninfa Cariclo. Quirón vivía en una cueva del monte Pelión, en Tesalia, y fue un gran educador en música, arte, caza, moral, medicina y cirugía, y tutor de los héroes Aquiles, Áyax, Asclepio, Teseo, Jasón, Aristeo, Acteón y Heracles.

En la mitologia clasica

Crono, que estaba casado con Rea, se enamoró de Filira. Sin embargo ella lo rechazó y para escapar de su acoso se transformó en yegua. Cuando Crono se enteró, se convirtió a su vez en caballo y consiguió su objetivo; de este amor forzado nació Quirón.

Su fama de médico sabio y prudente corrió por toda Grecia. Quirón conoció a Peleo cuando Acasto, para vengarse de una presunta traición amorosa de éste, le invitó a una cacería durante la cual le robó la espada maravillosa que le había regalado Hefesto y lo abandonó a su suerte entre los centauros. Sin embargo fue salvado por Quirón, que recuperó la espada, profesándose desde entonces una gran amistad entre ambos.

Cuando Peleo se enamoró de Tetis pidió consejo a Quirón para encontrar la forma de seducirla ya que, como todas las nereidas, podía cambiar de forma a su antojo. Quirón le recomendó que una vez que la tocara y la atrapara no la soltase y, así, cuando se volvió calamar, la detuvo de un brazo y no la soltó hasta que regresó a su forma de mujer, con lo cual Peleo pudo tomarla a la fuerza.

Cuando Tetis abandonó a Peleo, éste entregó a Aquiles a Quirón para que lo educara junto con su madre Filira y su esposa, Cariclo, ninfa hija de Apolo. Tetis dejó a Peleo porque éste le recriminó los rituales que hacía sobre Aquiles para dotarlo de inmortalidad, consistentes en quemarlo y luego curar sus quemaduras con ambrosía. Peleo le arrebató a Aquiles sin dar tiempo a que Tetis cubriese con el néctar el talón del niño, y por este motivo entregó a Quirón al niño Aquiles con el talón quemado, así que lo primero que hizo el centauro fue tomar el hueso del talón de Dámiso, un gigante corredor recién fallecido, y con él reemplazar la taba de Aquiles.

Heracles le disparó accidentalmente una flecha envenenada con la sangre de la Hidra en el transcurso de una lucha con los centauros, que huían hacia la morada de Quirón. Éste contrajo una dolorosa herida incurable, que le llevó a ceder su inmortalidad a Prometeo, para poder así morir y escapar del dolor. Fue ascendido al cielo como la constelación Sagitario, localizada en la elíptica del Zodiaco y que se puede ver desde el hemisferio norte, o según otras fuentes Centaurus.

Algunas fuentes especulan con que Quirón fuese originalmente un dios tesalio, posteriormente subsumido en el panteón griego como un centauro.

«VIDA DEL CENTAURO QUIRÓN» DE JOAQUÍN CARO ROMERO Y «GIGANTOMAQUIA» DE FIDIAS

«VIDA DEL CENTAURO QUIRÓN»
«Así, en un estilo claro, sencillo e insinuante y, en suma, poético, Caro Romero nos narra la apasionante vida del centauro Quirón, en donde desfilan abigarrados personajes del fabuloso mundo de la mitología. (…) nos familiariza con los numerosos personajes mitológicos que entre bromas y veras nos transmiten unos interrogantes quizá válidos aún para nuestro mundo actual.
Gracias mil a Caro Romero, que ha sabido convocar milagrosamente al coro de los poetas y hombres cultos del «ahora» a un espectáculo insólito en medio de una sociedad «electronizada». Vicente García de Diego no prólogo.

O autor é un deses poetas confinados en provincias, que gañou no seu momento o premio Adonais. O libro dá conta, na primeira parte, da vida do bo centauro Quirón, preceptor de heroes, músico e cantor excelso, médico e herborista, e na segunda parte presenta unha breve antoloxía de aparicións de centauros na literatura.
A portada, obvia, pois amosa un episodio ben coñecido do ciclo dos centauros, que tamén se conta no libro, é unha desas das que non se dá información no interior do volume, así que podemos xogar ás adiviñas: ¿Grecia ou Roma?¿Olimpia ou Atenas?¿orixinal ou copia?¿Fidias, quizáis?

Gracias a «O Curioso Impertinente» por esta interesante aportación y por esa irónica pregunta que lanza al aire, para evidenciar esa falta de información sobre la obra de arte que ilustra muchos libros.

FIDIAS: metopa del friso meridional del Partenón. Siglo V a.C. Escena de la “Centauromaquia”, combate mítico entre los lapitas y los centauros (Museo Británico de Londres). En esta escena un centauro vence a un lapita que se postra, derrotado, en el suelo.

CENTAURO QUIRÓN


(Obra del escultor Pascual Salaverri – Año 1921)

Fotografía obtenida por Rafael Castillejo, en 1989

Para vergüenza de los vándalos que lo destruyeron, de los irresponsables que limitaron la vigilancia en el Parque Primo de Rivera de Zaragoza y de los que no lo restauraron antes de que llegase a presentar durante años un estado lamentable.Hoy, su lugar es ocupado por una réplica en bronce, obra de Frank Norton, quien a su vez ha restaurado el original de Salaverri, estando previsto se coloque en dependencias del Ayuntamiento que garanticen su seguridad.
 
Durante décadas, esta bonita escultura se podía contemplar a la izquierda del busto del Doctor Cerrada en el Parque Primo de Rivera de Zaragoza. Hoy, debido al vandalismo y la dejadez de algunos, su sitio es ocupado por una réplica en bronce.

De niño, el Centauro Quirón era junto al Dios Neptuno y Alfonso I el Batallador con su león de bronce, mis monumentos preferidos. Mi abuelo me contaba qué significaba cada uno de estos personajes a la vez que me enseñaba a respetar el Parque y todo su entorno.

Ya de mayor, pasear por este lugar tras una dura jornada de trabajo me ayudaba a relajarme, hasta que un día noté estaba sucediendo algo que me producía el efecto contrario. Un día sí y otro también, encontraba a mi paso pintadas, deterioro y abandono. Los tiempos habían cambiado y los políticos pensaron que todos los ciudadanos eran lo suficientemente responsables de sus actos. Olvidaron que siempre hay «mala gente que camina y va apestando la tierra» como escribió Antonio Machado. Los «progresistas» de siempre dijeron que sobraba el verbo prohibir y que era más importante cambiar su nombre por el de «Parque Grande» que invertir tanto en vigilancia y mantenimiento.

Al principio, mi querido Centauro fue «tan sólo» objeto de tontas pintadas. Algún tiempo después, fue mutilado. Pensé que los responsables de Parques y Jardines aprovecharían entonces para restaurarlo debidamente pero, no fue así. Un día, apareció decapitado. Al final, alguien pensó que lo mejor era proceder a retirar lo poco que quedaba de él. Así permaneció varios años, hasta que a primeros de 2008, su lugar fue ocupado por una réplica en bronce, como al principio decía.

Yo no puedo comprender cómo pueden ocurrir estas cosas. Si a mí como simple ciudadano, me da vergüenza, ¿qué debería darles a los responsables de su conservación?. Este Parque nunca tuvo la grandeza del Parque del Retiro de Madrid ni del de María Luisa de Sevilla, pero es mi Parque, el Parque que estaba cerca del barrio donde crecí. El Parque, tenga el nombre que tenga, debería ser motivo de orgullo para los zaragozanos. Recordemos el día que en Madrid, la Diosa Cibeles resultó mutilada. Todo el mundo se enteró y a los pocos días estaba restaurada. Eso no lo hacemos aquí nunca. ¿Qué pasa en esta ciudad para que a lo largo de su historia hayamos dejado se perdieran tantos símbolos emblemáticos?


Rafael Castillejo -15-02-2008-

PERO… ¿QUIÉN FUE EL CENTAURO QUIRÓN?

En la mitología griega, Quirón pertenece a una familia de centauros sabios, nobles y filósofos. Hijo de Cronos (Saturno) y de la ninfa Filira, hija de Océano (Neptuno).

Quirón fue médico y, según se dice, también cirujano. Sabía de música, del arte de la guerra, la caza y la moral, por lo que fue maestro de héroes griegos como: Aquiles, Heracles, Orfeo, Jasón y Asclepio.

Quirón es el padre de una sibila, llamada Hippo, según algunas fuentes, y Thea, en otras. Hippo vaticinó que su padre, Quirón, renunciaría a su condición divina de inmortal; dicha profecía se cumplió cuando, Heracles (Hércules), durante la batalla en contra de los otros centauros, accidentalmente hirió a Quirón, que estaba de parte de él, pero como las flechas estaban envenenadas con la sangre de Hidra no había antídoto, aunque Quirón trató de curar su herida no le fue posible.

La herida era muy dolorosa y no podía curársela, a pesar de que Quirón era un gran sanador. El problema añadido era que Quirón no podía morir a causa de su herida porque era hijo de un dios y por tanto inmortal; pero tampoco podía curarse. Quirón sufría mucho porque nadie podía sanarle la herida y, como además no podía morir, no tenía ni siquiera la esperanza de que algún día cesase su dolor con el descanso de la muerte.

Estaba condenado a un dolor eterno. Él podía haberse amargado haciendo aún más penoso su dolor; también podía haberse entretenido con inútiles lamentaciones o dirigir su dolor y su rabia a los demás; pero no hizo eso sino que su dolor le hizo más sabio aún, le hizo aprender mucho más sobre la naturaleza del dolor, y eso le convirtió en el más grande de los sanadores de la mitología. Entonces Hércules se propuso encontrar a la Muerte para liberarle. Así, encontró a Prometeo, un Titán encadenado al Cáucaso por Zeus como castigo por haber dado el fuego a los hombres. Cada día, un águila devoraría su hígado, que luego volvería a crecer, así hasta que alguien se apiadase de él y aceptase morir en su lugar. Quirón tomó su lugar, muriendo y liberando a Prometeo. Como recompensa por su trayectoria, Zeus colocó a Quirón en los cielos como la constelación de Sagitario.

2 respuestas to “06. El Centauro Quirón”

  1. tienen la primera parte que dise quiron esra un niño que le gustaban los caballos cuando lo beian galopar sin parar por la serarura sele iba el alma por los hojos


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