Albherto's Blog
Argonauta, en busca del Vellocino de Oro. Una navegación diaria por la blogosfera… ¡ y hasta aquí puedo escribir !

58.- Creta. Historia de Talos.

En Creta, está Talos, un gigante de bronze que según algunos es el último hombre de la raza de bronze y según otros es el primer auotómata constuido por Hefesto. Talos tiene que vigilar la isla de Creta y durante el dia da tres vueltas a la isla para que nadie pueda entrar. Medea, gracias un hechizo, consigue que se le reviente la única venia que tenia en el talón al intentar coger una roca para lanzarla contra la nave Argos, y por allí pierde la energía y muere. Finalmente pueden desembar4car en Creta y se reponen.

En Creta se enfretan a Talos. los argonáitas necesitan viveres pero antes deben enfrentarse a este gigante que lanza enormes piedras. Medea lanza al gigante miradas que le vuelven loco y con el filo de una roca corta el talón del gigante y lo desangra.

En la mitología griega Talos o Talo (en griego antiguo Τάλως Talôs) era un gigante de bronce. Existen varias versiones sobre su genealogía: a veces era considerado hijo de Cres y padre Hefesto (lo que contradice la versión dominante), otras era un autómata forjado por el propio Hefesto con la ayuda de los cíclopes, y también a veces era el último de una malvada raza de gigantes de bronce.

En cualquier caso, se le presentaba como el infatigable guardián de Creta (dado por Zeus a Europa o por Hefesto al rey Minos), encargado de dar tres vueltas cada día a la isla, impidiendo entrar en ella a los extranjeros y salir a los habitantes que no tenían el permiso del rey. Se decía que cuando Talos sorprendía a algún extranjero, se metía en el fuego hasta calentarse al rojo vivo y abrazaba entonces a sus víctimas hasta abrasarlas.

El invulnerable cuerpo de bronce de Talos era irrigado por una única vena diminuta que lo recorría desde el cuello al tobillo, donde estaba rematada por un clavo que le impedía desangrarse, siendo su único punto débil. Cuando Jasón y los argonautas llegaron a Creta tras obtener el vellocino de oro, Talos les impidió desembarcar del Argo arrojándoles grandes rocas a la bahía. Según Apolodoro (1.140), la hechicera Medea volvió loco a Talos con sus pócimas, haciéndole creer que podía hacerle inmortal quitándole el clavo de su tobillo, o bien que Poeas, padre de Filoctetes, atravesó la vena con una de sus flechas. En la Argonautica (4.1638), Medea le hiptonizaba desde el Argo, volviéndole loco y haciendo que se arrancase el clavo. En cualquier caso, al quitar el clavo de su tobillo se derramaba el icor de Talos, desangrándose y muriendo (compárese con la historia del talón de Aquiles). Tras su muerte, el Argo pudo arribar sin peligro.

De vuelta al Mediterráneo: tras pasar por Las Sirtes en la costa Libia

los argonautas llegan a Creta. Historia de Talos.

Apolodoro, Biblioteca I, 9, 26
(trad. M. Rodríguez de Sepúlveda, Madrid, Gredos, 1985)

…Se dirigieron a Creta, pero Talo les impidió acercarse; unos dicen que éste era de la raza de bronce, otros que había sido entregado a Minos por Hefesto; era un hombre de bronce, pero según algunos era un toro. Tenía una sola vena que se extendía desde el cuello hasta los tobillos, y el extremo de la vena estaba cerrado con un clavo igualmente broncíneo. Talos vigilaba corriendo alrededor de la isla tres veces al día; por eso también cuando vio acercarse la Argo le arrojó piedras. Murió engañado por Medea, pues unos dicen que ella lo enloqueció con drogas, otros que habiendo prometido hacerlo inmortal le sacó el clavo y, al fluir todo el icor, murió; pero también se dice que pereció al ser flechado en el tobillo por Peante.Talos muere sostenido por los Dioscuros, detrás Medea

 

Apolonio Rodio, Las Argonáuticas IV, 1636 ss.
(trad. M. Valverde Sánchez, Madrid, Gredos, 2000)

..Se disponían a cruzar hasta Creta, la que sobrepasa a las demás islas del mar. Mas a ellos el broncíneo Talos, arrancando peñascos del sólido promontorio, les impedía atar amarras en tierra a su llegada a la bahía del puerto de Dicte. A éste, que de la broncínea raza de los hombres nacidos de los fresnos quedaba entre los semidioses, el Crónida lo confió a Europa para que fuese guardián de la isla, y tres veces daba la vuelta en torno a Creta con sus broncíneos pies. Ciertamente en el resto de su cuerpo y en sus miembros estaba hecho de bronce y era inquebrantable, pero bajo el tendón, en su tobillo, tenía una vena de sangre, y su fina membrana contenía los límites entre la vida y la muerte…

[Medea] con sus encantamientos aplacaba y celebrara a las Ceres, devoradoras de la vida, las veloces perras de Hades, que en su ronda por todo el aire persiguen a los vivos. Prosternándose las invocaba tres veces con encantamientos y tres veces con súplicas. Y revistiéndose de un espíritu perverso, con ojos maléficos hechizó la mirada del broncíneo Talos. Masticaba contra él su terrible cólera y le arrojaba siniestras alucinaciones, en su violenta furia…

Mientras alzaba pesadas rocas para impedirles llegar a puerto, rozó su tobillo con el filo de un peñasco. Y el icor le brotaba semejante al plomo fundido. No por mucho tiempo se mantuvo ya plantado sobre el eminente promontorio, sino que, como un gigantesco pino allá arriba en las montañas, al que los leñadores dejaron aún medio cortado con sus afiladas hachas al descender del bosque, y durante la noche primero es sacudido por las ráfagas y después se precipita quebrado por su base; así éste por un tiempo se tambaleaba alternativamente sobre sus pies infatigables, y después, debilitado, cayó con inmenso estruendo.

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